‘También soy zapatero’ (aprovechan marcha para hacer campaña política)

- jueves, 13 de diciembre de 2007 -

Correo-gto.com.mx
13 de Diciembre de 2007,
Martín Diego.

México.

León, Guanajuato.- El grito por mantener las cuotas compensatorias al calzado chino inició ayer en León con la marcha de 40 mil.

Ayer, en el día que se festeja la aparición de la Virgen de Guadalupe, una apretada alfombra de colores se extendió sobre un kilómetro de ciudad para ver si se les cumplía el milagro.


Unos 40 mil cuerpos salieron como un ejército de mexicanos al grito de guerra: "¡no al calzado chino!"

Partieron del Arco de la Calzada, ahí donde alguna vez fue la puerta grande de entrada a la ciudad. El León de Bronce -testigo de cientos de batallas, o no tantas porque éste es más nuevo- desde las alturas coronó la marcha.

Abajo cientos de familias, miles de trabajadores, unos cuantos de políticos, blandían pancartas y mantas en defensa de su empleo.

Sí, salieron de la Calzada de los Héroes pero llegaron de todos lados. La gente sorprendió como el río de la inundación que colmó la Plaza de los Mártires a principios del siglo pasado.

La calzada se colmó de los héroes que hacen que la ciudad camine. La fuerza de trabajo deja una derrama económica para toda la ciudad de más de 99 mil 537 millones de pesos.

Ellos solos.

"¿Qué son las cuotas compensatorias?" se le preguntó a Fermín García quien por más de 20 años ha trabajado en la industria del calzado.

"No sé, pero creo que es algo que nos puede llevar a la chingada. Por eso venimos y estamos aquí". Con él miles de zapateros.

La llamada capital del calzado se preparó para caminar con zapatos fabricados en León, para demostrar que "lo hecho en México, está bien hecho".

A las 12:30 la masa se movió. Esa mezcla de cabezas comenzó a caminar mientras que a los lados, otro tanto de leoneses aplaudía, otros más sacaron su silla, cual si fuera desfile del 16 de Septiembre en 12 de diciembre.

Pero ahí estuvieron.

Sobre el bulevar Adolfo López Mateos, el eje central de la ciudad, no faltaron los bocinazos, una que otra bandera del Club León, equipo local de no tan célebres hazañas, salió a relucir.

Todos se convirtieron en leoneses, todos estaban en la defensa del empleo.

No faltó quien hizo aparición pública para salir en la foto. No era ni Fátima, adornadora de una pequeña fábrica, ni tampoco fue María ni Fabiola, ni Manuel ni José Luis.

No, ellos ya eran protagonistas de su propia historia. Fueron los políticos que saben que el que no se pone frente a la cámara, no sale en la foto, ¿y luego?.

Una de las consignas más vistas y la que llamó más la atención, es donde pedían la cabeza de un leonés, un paisano en quien confiaban para mejorar la situación de los zapateros y no fue precisamente quien fuera presidente de la República.

Se pedía la cabeza de Carlos Arce a quien, incluso, se le dedicó una pancarta: "¡Se busca por magnicidio, por querer acabar con la raza zapatera mexicana! Si lo encuentras, dale trabajos forzados, 20 horas al día, una taza de arroz y sueldo chino".

En la plaza de los Mártires del 2 de enero, aquélla que se llenó de sangre ya, los manifestantes llenaron cada espacio libre aunque ya no eran sólo zapateros. Juan Ramírez, de oficio albañil también se hizo presente "¿y usted qué hace aquí?", pues “ellos son los que nos dan trabajo a todos, si ellos no tienen trabajo, pues esto se acabó", dijo así no más.

Restauranteros, desarrolladores de vivienda, locatarios de mercados, maestros, amas de casa, hasta políticos, diputados, “futurólogos” de cargos públicos y demás saben de la fuerza que representan los zapateros.

Por eso estaban ahí.

Llegó entonces la tanda de discursos. Pocos escucharon. Más era la gritería de las miles de gargantas que seguían "¡no al calzado chino!" y otros más "marcha, marcha zapatero, que nos vean esos culeros".

En la tanda de discursos, por cierto, el alcalde de la ciudad de León Vicente Guerrero Reynoso se llevó una rechifla.

Cuando la marcha terminó, personal de la Secretaría de Seguridad Pública informó que fueron 40 mil personas en promedio los que caminaron, los que quieren salvar su empleo, no su curul, ni su cargo público, los que piensan más en el futuro de su familia que en su futuro político.

Los que sí trabajan, no los que tienen asesores que les hacen su trabajo. Los que cobran poco y trabajan mucho, los que no tienen bonos millonarios, los que se dicen de la raza de bronce.

¿Y mañana qué?, mañana regresarán a trabajar, hasta cumplir con su horario, con sus metas de producción, con su desolado futuro mientras, los políticos se tomaron fotos, y no faltó aquel que dijera "yo también soy zapatero" pero uniformó a sus trabajadores con playeras azul y blanco, con una L y una V como sus iniciales, como si estuviera en campaña, repartiendo promesas, saludos, abrazos, repartiendo quimeras.

Las autoridades municipales informaron saldo blanco, y con la promesa de que seguirán luchando por la protección de los empleos de la capital del calzado, los trabajadores dieron vuelta a sus casas, ya marcharon, ya protestaron y mañana a trabajar, que así es la vida de los obreros.

Para Arce

“Se busca por magnicidio, por querer acabar con la raza zapatera mexicana! Si lo encuentras, dale trabajos forzados, 20 horas al día, una taza de arroz y sueldo chino”

Presente

“No sé (qué son las cuotas compensatorias), pero creo que es algo que nos puede llevar a la chingada. Por eso venimos y estamos aquí”

Obrero

EL ANDAR

La marcha por la unidad y empleo partiró ayer del Arco de la Calzada hasta llegar a la Plaza de los Mártires, en el Centro Histórico.

Las autoridades municipales informaron saldo blanco, y con la promesa de que seguirán luchando por la protección de los empleos de la capital mundial del calzado.

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