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16 de agosto de 2007,
Alejandro Rebossio.
16 de agosto de 2007,
Alejandro Rebossio.
Argentina.
- El ministro de Economía dijo que ese monitoreo será "un factor central" de su gestión.
Lo dijo hace una semana en la conferencia del Consejo de las Américas. Lo repitió ayer en un seminario de la Cámara de Exportadores y en una exposición de la Subsecretaría de Pyme. El ministro de Economía, Miguel Peirano, afirma que su gestión, que en principio durará hasta diciembre próximo, tendrá como una de sus prioridades el control de las importaciones que vienen desde China.
"El Gobierno no va a permitir amenazas o daños a la industria argentina, por lo que el control de las importaciones desde China será un factor central de mi gestión", definió ayer Peirano. "La recuperación de la industria argentina tiene en el monitoreo de las importaciones desde China un factor central, sobre todo en los sectores de mano de obra intensiva o de valor agregado intensivo", explicó el ministro. Según el economista Dante Sica, de la consultora abeceb.com, algunos de los sectores preocupados por la competencia china son los de autopartes, productos electrónicos, motos, materias primas textiles y calzado. En la convención de la Fundación ProTejer de la semana próxima una charla se titula "China: el depredador del mercado internacional de textiles".
El jefe del Palacio de Hacienda aclaró ayer: "No vamos a aceptar ni estimular que la radicación de empresas de China sea para establecer procesos de armaduría con terminación en la Argentina ni esquemas que impliquen desagregación". Aludió así a las empresas brasileñas que se radicaron en China, donde producen bienes que se ensamblan en Brasil.
La semana pasada, el director de Negociaciones Económicas Internacionales, Néstor Stancanelli, viajó a China para promover las exportaciones a ese país, dado que este año la Argentina sufrirá un déficit comercial con el gigante asiático por primera vez desde la devaluación del peso. En la primera mitad del año, las ventas externas a China subieron el 31%, a US$ 2149 millones, mientras que las importaciones desde allí se elevaron un 54%, a US$ 2040 millones. Pero la mayoría de los envíos argentinos se concentra en el segundo trimestre, tiempo de la cosecha gruesa de la soja, principal producto que va hacia la cuarta economía mundial.
En noviembre de 2004, cuando el presidente chino, Hu Jintao, visitó la Argentina y el ministro de Planificación, Julio De Vido, firmó "cartas de intención" con empresarios chinos que invertirían en el país US$ 20.000 millones, las cancillerías de ambos países habían firmado un acuerdo por el que China debía comprar en 2009 productos argentinos por US$ 6700 millones. A cambio, la Argentina le reconoció a China el status de economía de mercado, con lo que se dificultó la aplicación de barreras antidumping contra ese país. Pero ni llegaron tantas inversiones ni las exportaciones crecen tan rápido.
El régimen de Pekín niega que la Argentina vaya a sumarse a la inmensa mayoría de países del mundo que tienen un rojo comercial con China. De visita por Salta, el embajador chino en la Argentina, Zhang Tuo, dijo ayer que su país "tiene déficit comercial con la Argentina, según los datos propios, contrariamente a los proporcionados por el gobierno argentino". "Es una diferencia por una cuestión estadística, por lo que hace falta un acuerdo para llegar a ese punto en común. Según las estadísticas chinas, el año pasado exportamos a la Argentina por 2000 millones de dólares y la Argentina exportó por 3700 millones, o sea que la Argentina tuvo un superávit de 1700 millones. Pero la Argentina tiene otros datos y dice que el superávit sólo llegó a unos 350 millones. Es una diferencia muy grande", reconoció Zhang.
El embajador atribuyó la brecha a que China cuenta sólo sus exportaciones que van directamente a la Argentina, mientras que el gobierno argentino también contabiliza los productos chinos que se triangulan y llegan desde terceros países. "Una parte es de China, pero otra, por ejemplo, es de Panamá, otra de Chile. Esto puede cambiar la conclusión sobre quién tiene déficit o quién lleva superávit", dijo a LA NACION tras reunirse con empresarios salteños.
El diplomático precisó que las exportaciones chinas a la Argentina incluyen un 31% de maquinaria, un 10% de partes, un 20% de bienes intermedios (insumos) y sólo un 26% de bienes de consumo final, pero opinó que no afectan la industria argentina porque ésta no fabrica "peluches o computadoras portátiles" y además son "altos" los aranceles a la importación de juguetes, calzado y textiles. Según la Argentina, las importaciones de China en el primer semestre sumaron US$ 701 millones en maquinaria, 532 millones en bienes intermedios, 486 millones en bienes de consumo y 314 millones en piezas para bienes de capital. En tanto, las exportaciones a China se completaron con US$ 927 millones de productos primarios, 803 millones de manufacturas de origen agropecuario, 359 millones de combustibles y sólo 60 millones de manufacturas industriales.
Hoy la Argentina aplica barreras paraarancelarias a diversos productos chinos: brocas, hojas de sierras, bicicletas y sus neumáticos, anteojos de sol, equipos de aire acondicionado, plaguicidas, termos, microondas, juguetes, textiles y naipes. El Gobierno también investiga la competencia desleal de planchas, vasos, copas y jarros de vidrio, CD grabables y destornilladores.
Por Alejandro Rebossio
De la Redacción de LA NACION
Con la colaboración de Carlos Pastrana, desde Salta
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