Guchis a 12 euros

- martes, 14 de agosto de 2007 -

Cronicasdelanzarote.es
13 de agosto de 2007,
Laura San José.

España.

El secretario de Arrecife Zona Centro, Eugenio Hernández, asevera que la Policía sí suele hacer incautaciones de estos artículos fraudulentos

En cualquiera de los muchos mercadillos de la Isla se pueden encontrar multitud de productos con marcas falsificadas

Según los datos proporcionados por la Asociación Nacional de Defensa de la Marca, uno de cada seis compradores adquiere a sabiendas una marca falsificada y suele invertir una media de 20 euros en ese artículo. La confección, el calzado y la marroquinería son los sectores que más sufren los perjuicios de las imitaciones. En Lanzarote, con sus múltiples mercadillos, se pueden conseguir Troles o Guchis, sin que parezca que nadie lo controle.


Eugenio Hernández es el secretario de Arrecife Zona Centro y asevera que “los bolsos, las carteras, los relojes y la ropa son los artículos falsificados que más se venden en Lanzarote”. En su opinión, cuando una persona adquiere uno de estos artículos fraudulentos es consciente de lo que hace y “todo el mundo tiene localizados a los vendedores de marcas auténticas y además, sólo hace falta ver el precio del producto para darse cuenta de si es bueno o no”.

Una de las firmas más copiadas en los mercadillos es Lacoste, cuyos polos suelen rondar los 70 euros y en los puestos se encuentra por 15. “Tú ya sabes que ese no es el precio real y que lo que te estás llevando es una imitación”, comenta. Entiende que a estas casas comerciales se les está haciendo mucho daño con esta situación y que ellos mismos se están ocupando de hacer sus denuncias de forma habitual para no sufrir graves pérdidas económicas por este motivo.

Mercado asiático

“Es el mercado asiático el que fabrica esos productos que luego llegan a Europa”, explica Hernández, que asegura que sí se hacen por parte de la Policía incautaciones de las marcas falsas en Lanzarote. Asevera que “suelen hacer barridas y se interviene lo que está falsificado y todo lo que el comerciante no puede justificar”. En opinión de este comerciante lanzaroteño, “la gente que compra imitaciones está pagando por encima del valor que tiene la prenda porque con el tiempo va a ir notando la pérdida de calidad, algo que no sucede con los artículos legítimos”. Afirma que lo normal es que calidad y marca vayan unidas y que “si uno se compra una cartera Mont Blanc por más de 200 euros sabe que la tiene para muchos años y la imitación te va a durar dos días”.

Imitaciones muy conseguidas

Aparte de los muy expertos, pocas personas podrían diferenciar algunos productos originales de sus imitaciones, lo que hace de estos artículos codiciados objetos de deseo para todos aquellos que no se pueden costear un Rolex pero quieren aparentar que lo tienen. Sin embargo, en opinión de Hernández, “estas cosas sirven para fardar un poco o para gastar una broma pero no son objetos para guardar varias temporadas”.

Por su experiencia, la gente de Lanzarote que lleva imitaciones no suele pretender colarlas por prendas auténticas y “estoy seguro de que el consumidor siempre es consciente de lo que compra y no se ve estafado”.

Imitaciones no sólo en los mercadillos

Aunque tendemos a pensar que sólo en los mercadillos se venden productos falsificados no es así. En opinión de Hernández, es poco habitual pero también en algunas tiendas pueden ofrecer artículos fraudulentos. Comenta que “yo he estado en Cuba y he comprado una caja de Cohibas por 20 euros y soy consciente de que es una falsificación y España forma parte de un mercado internacional porque las falsificaciones no se hacen en Tinajo”.

Hernández recuerda que en la zona centro de Arrecife están instaladas muchas de las franquicias que trabajan en Lanzarote, con sus distribuidores oficiales y que venden los productos con todas las garantías. “Aquí van a encontrar los artículos auténticos, así que la gente puede acudir tranquila a las tiendas de ropa o de electrodomésticos que llevan más de treinta años”, afirma. En concreto, destaca los comercios de los hindúes, que se han hecho un hueco destacado en la perfumería y la electrónica. “Son marcas auténticas; lo que pasa es que pueden ofrecer las cosas más baratas porque tienen una política de margen de beneficios más bajo y así son más competitivos”, asegura.

Precisamente el sector de la imagen y el sonido suele ser el receptor del mayor número de quejas que se realizan en las oficinas de consumo, sobre todo, por parte de turistas que una vez retornados a su lugar de origen, creen que les han estafado. En este sentido, comenta el secretario de Arrecife Zona Centro que “lo que hay que hacer es mirar bien porque a lo mejor uno está buscando una máquina Olimpia y lo que se lleva es una Olímpica, que suelen ser muy parecidas pero que resultan mucho más económicas”. Dice que “a raíz de algunos productos que tienen una proyección en el mercado, empiezan a surgir otros similares que se aprovechan y que incluso tienen logotipos parecidos”.

Reclamaciones

En España se reclama mucho pero mal; es decir, la gente se queja pero en casa y no acude todo lo que debiera a las oficinas de consumo. Eugenio Hernández anima a que la gente haga sus reclamaciones pero siempre y cuando se tenga razón, “porque también pasa que uno se compra un barquito teledirigido, lo hunde en el agua y luego encima protesta porque no es un submarino y se le ha estropeado”.

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