Cumple Coloso 65 años de vida

Am.com.mx
13 de agosto de 2007,
Francisco Horta Gómez.

México.

Desde niño, Jesús García Plasencia vivió entre hormas, piel y zapatos.

Al lado de sus hermanos y primos aprendió en un pequeño taller familiar, las bases que le ayudarían a crear años después la empresa de calzado Coloso en León.

Sentado en su oficina, recordó aquella primera vez que llegó a la ciudad acompañado de su madre.

“Era un niño cuando llegué por primera vez, mi madre me trajo a la ciudad, al venir aquí, primos de mi edad y otros mayores empezaban a trabajar en un oficio ya de zapatero con las familias, fue así como aprendí”.

Hace 65 años, el 16 de febrero de 1942, a iniciativa de su hermano, comienza la historia de Coloso, en un inicio llamada la empresa García Plasencia Hermanos.

“En 1942 uno de mis hermanos (el mayor) decidió que debíamos poner un taller de zapato, él no entendía ni una palabra de ese oficio, en cambio yo tenía ya tiempo que había aprendido, y fue esa razón por la que nace Coloso”.

Una calle cercana al mercado República, en la Zona Centro, fue el lugar donde se instaló aquel taller familiar, recordó García Plasencia.

“Al momento de nacer el Eje se terminó esa calle. El taller familiar fue hecho en una casa, esto fue en la década de los cuarenta, tiempo de guerra, muchos buscaron hacer lo mismo porque había mucha necesidad de producto en todos lados”.

Para hacer entregas de calzado en calidad y tiempo, Jesús García platicó que trabajaban de mañana y noche.

“Muchas veces dormía en el taller, al día siguiente iba a mi casa, me bañaba, desayunaba y regresábamos a trabajar. Por las noches no había en ese tiempo mucha oportunidad de hacer carrera, entonces aprovechaba la noche para ir a una academia y aprender cosas más elementales, estudié sólo la primaria de una forma desfavorable, por una persecución religiosa que había en aquel tiempo”.

Platicó que su padre los educó, para que cada peso que ganaran en la empresa, fuera dividido entre los hermanos, evitando siempre problemas.

“Nos colocamos todos a trabajar como un grupo de hermanos, sin haber interés de unos a otros, además que no había de dónde porque apenas comenzamos; mi padre, que era muy respetado por nosotros, dijo: ‘Aquí son 5 pesos y entre todos se lo van a repartir’. Y así lo respetamos”.

En la actualidad, los hijos de Jesús García Plasencia son los encargados de la mayor parte de la empresa, que brinda empleo alrededor de 400 personas.

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