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24 de agosto de 2007,
Comex.
24 de agosto de 2007,
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Argentina.

En menos de cuatro meses las salvaguardas textiles especiales que China tuvo que aceptar de la Argentina para ingresar a la OMC vencerán y los empresarios locales levantan la guardia.
El titular de la Cámara de la Indumentaria y vicepresidente de la Unión Industrial Argentina (UIA), José Ignacio de Mendiguen, sostuvo en declaraciones a DyN que "Argentina tiene condiciones de solidez para negociar" con China.
A partir de enero de 2008 pierde vigencia el capítulo de textiles del "Protocolo de Incorporación de China a la OMC" que firmó ese país con Argentina en 1992 y cuyos puntos fueron negociados por el entonces representante argentino ante el organismo, Roberto Lavagna.
Desde ese momento, la Argentina va a tener menos defensas arancelarias contra las importaciones de China, amén del ya caído Acuerdo General de Textiles de carácter multilateral vencido en enero de este año.
"Este mismo tema lo están planteando Estados Unidos y la Unión Europea. Se dieron cuenta es imposible mantener los actuales niveles de importación cuando creían que iban a ser una competencia razonable", dijo el empresario en el marco de la Tercera Convención de la Agro Industria Textil, de Indumentaria y Diseño Argentino, que organiza la Fundación Pro Tejer.
El encuentro, que contó con más de 1.200 empresarios, se constituyó en una especie de foro anti China.
A tal punto que el panel donde disertó el especialista francés en relaciones con ese país, Jean Ruffier, se denominó "China: El depredador del mercado internacional de textiles".
Ruffier aclaró que el gigante asiático "es la industria de la copia, pero a pedido" de las grandes cadenas que adquieren importantes márgenes de ganancias, al fabricar allí sus productos.
Dijo que de continuar la política actual de Gobierno en ese país, "esto no se va a acabar hasta dentro de 20 ó 30 años, porque todavía va a haber campesinos pobres para los que es una oportunidad trabajar así y dueños dispuestos a dormir en su lugar de trabajo".
Ruffier, que es director del Centro Franco-Chino de Sociología de la Industria y de las Tecnologías en Cantón, explicó que la industria textil de ese país trabaja con el régimen de "cama caliente".
El especialista advirtió que en muchos casos las empresas arreglan con sus empleados, a cambio de cama, comida y capacitación, no pagar sueldos por un año.
En ese marco, el director general de Aduanas, Ricardo Echegaray, indicó que las importaciones chinas en el primer semestre del año crecieron 59 por ciento respecto de igual período de 2006, al pasar de 1.600 millones a 2.566 millones de dólares. Comentar esta Noticia...
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