Yahoo Noticias,
5 de junio de 2007.
5 de junio de 2007.
París, 5 jun (EFE).- El presidente de México, Felipe Calderón, desearía restablecer las relaciones diplomáticas con Venezuela, pero dice tener la impresión de que el Gobierno de Caracas "no tiene mucha prisa" por hacerlo.
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Así lo ha dicho Calderón al diario francés "Le Figaro", en una entrevista que publica hoy, jornada en la que estará en París unas horas para mantener una cena de trabajo con el nuevo presidente de este país, Nicolas Sarkozy.
Las relaciones diplomáticas entre México y Venezuela son ejercidas por los encargados de negocios de las Embajadas después de que en 2005 un enfrentamiento entre el entonces presidente mexicano, Vicente Fox, y su colega venezolano, Hugo Chávez, acabara con la retirada de los embajadores.
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Así lo ha dicho Calderón al diario francés "Le Figaro", en una entrevista que publica hoy, jornada en la que estará en París unas horas para mantener una cena de trabajo con el nuevo presidente de este país, Nicolas Sarkozy.
Las relaciones diplomáticas entre México y Venezuela son ejercidas por los encargados de negocios de las Embajadas después de que en 2005 un enfrentamiento entre el entonces presidente mexicano, Vicente Fox, y su colega venezolano, Hugo Chávez, acabara con la retirada de los embajadores.
Para Calderón es importante tener relaciones estrechas con todos los países, pero no a cualquier precio y, en el caso de Venezuela, afirma que "hay divergencias que no se pueden barrer bajo la alfombra".
"Los derechos humanos son universales, como los principios democráticos y, en ese marco, espero tener buenas relaciones con todos", dice el presidente mexicano.
Respecto a Cuba y a la posibilidad de cambios, asegura que "hay que ser comprensivo y respetuoso", porque "sería absurdo cerrar las puertas al futuro".
En esta línea, subraya que es "impensable" que los cubanos puedan elegir la economía de mercado si el mundo exterior bloquea sus posibilidades de comercio e inversiones.
El objetivo de Calderón en política exterior es el de asumir un papel moderador en todo el continente americano y aplicarlo en ámbitos como la democracia, la justicia, los derechos humanos, el respeto al medio ambiente y la libre competencia.
Es una "diplomacia activa" que el presidente mexicano quiere trasladar ya a la cumbre del G-8 en Alemania, a partir de mañana, en la que será uno de los jefes de Estado invitados.
Uno de los temas de esa cumbre será el cambio climático, respecto al cual Calderón cree que la principal responsabilidad es de los países desarrollados, aunque los que están en proceso de desarrollarse "no están dispensados de actuar".
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