Eluniversal.com.mx
16 de agosto de 2007,
Armando Ramírez.
16 de agosto de 2007,
Armando Ramírez.
México.
Monchis es un viejo zapatero remendón, o como se dice últimamente: reparador de calzado. Monchis tiene su negocio en la calle de Bolívar, en la Doctores, en su tallercito a los zapatos jodidones les pone suelas corridas, a los zapatos medio jodidos medias suelas o tapas. De seguro los chavitos han de decir, ¿a poco los zapatos se componen? Y es que desde que aparecieron los zapatos chinos ya son de: úsese y tírese.
Antes los zapatos hechos en León, Guanajuato, eran chidos, de piel de becerro, suelas de cuero y tapas de hule de las marcas Good Year, Euzkadi o Neolite. Y no crea que esto tiene contento al Monchis, el señor ve las tardes espantando las moscas de su mostrador; y para acabarla de amolar, los chavos usan tenis; dice el Monchis que ya ni la chiflan, que de tanto usar tenis les gruñe la patrulla.
Antes los zapatos hechos en León, Guanajuato, eran chidos, de piel de becerro, suelas de cuero y tapas de hule de las marcas Good Year, Euzkadi o Neolite. Y no crea que esto tiene contento al Monchis, el señor ve las tardes espantando las moscas de su mostrador; y para acabarla de amolar, los chavos usan tenis; dice el Monchis que ya ni la chiflan, que de tanto usar tenis les gruñe la patrulla.
Bueno, que ni las botas de chachalaca tienen reparación. Dice que los chinos ya las hacen igualitas que las que se usan en la tierra de los alacranes, allá en Durango, que sólo a las de piel de cocodrilo o de lagarto les pone tacones. Porque ya ni las zapatillas de la señoritas se reparan, antes les colocaba el tacón de aguja o el de tres cuartos o cosía la correa. Que por culpa de los chinos está cambiando el giro de su negocio, ahora repara bolsas de mujer, pero lo que le saca de onda es que las malditas bolsas también son chinas pero ni modo de hacerles el feo, si no no come.
Dice que los zapatos de antes duraban y eran cómodos, no como los chinos, que son de puro plástico pero bien baratos. Eso sí, al mes se deforman. Y en el pecado chino llevan la penitencia porque ahora el mexicano además de estar más gordo tiene pata de tamal, ¡son chinaderas! Por eso nada más se ríe, aunque asegura que su vecino, el señor de la peluquería está más amolado, que ahora a los chavos no les gusta entrar a las peluquerías tipo don Reginito y su Rizo de oro, que para darse su taco, los jóvenes van a las estéticas, para que les corten el pelo a la brush o la mohicano, cortes de pelo que antes ya se usaban, lo único nuevo es el corte a la pájaro loco con las puntas envaselinadas.
Bueno, esos chavos no se enojen, hasta a mí me regañaron por usar el pelo largo, y no les digo lo que me dijo el viejito, porque hasta sentí gacho, pero se entiende, los dos negocios están casi chiras pelas, por eso que llaman modernidad; eso sí, vieran qué chida se hace la chorcha en los changarritos, ahí uno se entera de los chismes del barrio y hasta salen las chelas para llevársela tranquilina, p’al calor, a lo mejor por eso en su interior la penumbra es reina, se siente el fresco de la sombra, digo, qué tanto es tantito.
Comentar esta Noticia...
0 Comentarios:
Publicar un comentario