La dueña de Reebok en Brasil compró la fábrica de la ex Gatic

- lunes, 16 de julio de 2007 -

Clarin.com
14 de julio de 2007.

  • Está en Coronel Suárez. La vendió el ex Alpargatas Guillermo Gotelli.

La familia brasileña Grendene, los más grandes productores de calzado deportivo de su país, es la nueva dueña de la ex planta de Gatic de Coronel Suárez: se la compraron a Guillermo Gotelli, quien durante tres años la tuvo funcionando a media máquina bajo el paraguas de Indular, la empresa que había armado junto a un fondo de inversión estadounidense.


Ayer Grendene anunció la compra, a través de su subsidiaria VDA Calzados, la licenciataria de Reebok en Brasil y Argentina. "La inversión total es de US$ 25 millones", afirmó la compañía, que producirá las Reebok en el país y además exportará calzado a Brasil. Es el cuarto y más ambicioso proyecto, hasta el momento, de una textil brasileña que se instala en el país para aprovechar la diferencia del tipo de cambio. Ya lo hicieron Distrinando (Le Coq Sportif), Perchet (Diadora) y estaría por radicarse también Dilly (Umbro).

La historia alrededor de la planta de Coronel Suárez concentra lo mejor y lo peor de la industria en los últimos 30 años: abrió en 1977, en plena pampa húmeda, como una planta modelo que iba a contrapelo de lo que decía la ortodoxia económica que imperaba en esos años del proceso. Pero Coronel Suárez había sido el refugio veraniego de Eduardo Backchellian, el fundador de Gatic, y allí levantó una fábrica que llegó a dar trabajo a 2.200 personas y se transformó en la principal productora de calzado del país.

A mediados de los 90, con el efecto tequila, comenzó la debacle financiera de Gatic, que recibió asistencia financiera del Estado (los bancos Nación, Provincia y Ciudad le otorgaron créditos para que cancelara deudas con los privados). La asfixia financiera se incrementó a partir de la recesión, pero Gatic pudo llegar a la post devaluación. Sin embrgo, imprevistamente en 2002, cuando otras textiles resurgían con la sustitución de importaciones, Eduardo Backchellian pidió el concurso y cerró las fábricas.

Dos años después, la Justicia decretó la quiebra de Gatic y el remate de las fábricas. Gotelli, un ex Alpargatas, se asoció con el fondo Leucadia y compró Coronel Suárez y dos plantas más chicas en sólo $ 12,5 millones. Pero se topó con un complejo fabril demasiado grande para producir sólo la marca Signia. Durante un cuarto de siglo, esa fábrica había abastecido al país de zapatillas Adidas. Hoy trabajan sólo 570 personas. Ahora, con Reebok, vuelve a ese paraje pampeano una nueva marca internacional.

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