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12 de abril de 2007
12 de abril de 2007
Los pies son una de las partes más importantes de nuestro cuerpo porque se ocupa de sujetarlo. Por ello, escoger un buen calzado es imprescindible para no padecer no sólo problemas podológicas sino también, por ejemplo, de rodillas o caderas.La podóloga Montserrat Marugan explica cómo debe ser un buen calzado. A modo de resumen, la suela debe ser suficientemente gruesa, que al doblar el calzado sea la puntera lo que se doble y que el tendón de Aquiles esté prtoegido.
La podóloga Montserrat Marugan, explica que el calzado debe tener una suela suficientemente gruesa para protegernos de las bajas temperaturas y tener un dibujo en la suela para evitar que deslizar.
Además, cada actividad deportiva tiene un diseño específico de calzado para evitar las sobrecargas musculares. Y siempre debe ser un calzado específico para cada deporte. Por ello, Marugan advierte a las madres que "no relacionen ni se dejen guiar por las modas y marcas porque muchas veces no reúnen las características necesarias".
El podólogo tiene un papel fundamental en la elección de calzado. Cada pie es único y el calzado es estándar. Por ello, el podólogo debe aconsejar sobre el calzado más recomendable a un pie único.
Para saber si un calzado reúne o no las condiciones hay que comprobar si el calzado nos mantiene la bóveda plantar. Para ello, hay que comprimir y acercar la puntera y el talón, si el calzado se hunde por la mitad, por el puente, pero si se dobla por la puntera es un buen calzado. Y un contrafuerte que nos mantenga el pie rígido. Y en la zona del tendón de Aquiles que esté almohadillado. º
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